SABERSE HUMANA En recuerdo de Angel Tomás .




SABERSE HUMANA

En recuerdo de Ángel Tomás

Desde que murió Ángel Tomas (el “Padre Ángel”) hace unos meses, pienso mucho en Dios. No he hablado sobre este tema demasiado hasta ahora y a veces me sorprendo pensando qué diría Ángel sobre tal o cual cosa relacionada con Dios. Aunque lo cierto es que Él no era muy amigo de los discursos grandilocuentes, era un hombre bastante llano, hablaba para todo el mundo, era un hombre mas de acción y un gran orador. Seguramente habría muchos “Ángeles” en su persona, como hay muchas “Beatrices” en la mía, yo le puse un nombre a cada una de ellas y las llamé” las mujeres que habitan en mi…”
Creo que Ángel me dejó el recuerdo de la fuerza de su presencia, su gran sentido del humor, su vitalidad y su capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas , su espíritu luchador, su gran tolerancia, su humanidad, su amor por la vida y su gran capacidad para aceptar muchas cosas sin perder la esperanza en un mundo mejor.

La última vez que hablé con él, acabó contándome un chiste y no estaba precisamente la cosa para bromas¡¡¡ Pero él era así…Esta es la parte de él que me ha quedado en mi interior. Lo que de bello y noble yo veía en él y acierto a expresar. .

Estoy segura de que habían muchas otras cosas, pero las palabras siempre son “engañosas”, solo aciertan a expresar una minúscula parte de nuestros sentimientos.

Yo intento hablar de esa belleza interior de los humanos que a veces percibimos en pequeños destellos de luz un gesto, un tono de voz, una mirada, una presencia,…y que nos anuncia nuestro lado más luminoso…Seguramente en esa luminosidad reside la “presencia” de Dios.

A veces a mi me cuesta aceptar determinados aspectos de la vida, como si me enfadara con ella porque no era como esperaba, seguramente nunca es como esperábamos…¡ y ya está bien de tanto enfado¡…

Se trata tal vez de disfrutar de lo que se tiene y no de tanta lamentación por lo que no ha podido ser,por lo que ya se fue o por aquello que tengo que dejar que se vaya…y para eso hay que pasar un proceso de duelo.
Saber disfrutar de sentirse viva, de caminar…de oler…de soñar…

Voy recogiendo piedras de singulares formas en el camino, como una forma de recordarme en el futuro, que un día estuve aquí subiendo esta montaña, mientras pienso en Angel y en la Muerte y en la Vida…

Quizás Dios sea eso, y mucho mas que no alcanzo a explicar, aceptarse que no es poco, acoger en ti la parte de Universo y de Naturaleza que nos habita. Sentirse como parte del infinito que nos precede y nos continuará…Sabernos tan grandes y tan pequeños, tan humanos y tan etéreos, como en la cima de una montaña, contemplando las nubes por debajo de nuestros pies o a ras de suelo, sintiendo el manantial de la vida fluyendo entre nuestros dedos.

Saberse humana junto a otros humanos, tan cerca y tan distante de tus semejantes, sentirse tan igual y tan diferente…Y me digo aquello de que ¡ ya está bien de mirarse tanto el ombligo¡…

Beatríz Miralles Corredor.
(Publicado en la Revista el Martes en el 2005).

Comentarios